EL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN
Salomón pidió a Dios: "Tú has tratado a tu servidor
David, mi padre, con gran fidelidad, porque él caminó en tu presencia con
lealtad, con justicia y rectitud de corazón; tú le has atestiguado esta gran
fidelidad, dándole un hijo que hoy está sentado en su trono. Y ahora, Señor,
Dios mío, has hecho reinar a tu servidor en lugar de mi padre David, a mí, que
soy apenas un muchacho y no sé valerme por mí mismo. Tu servidor está en medio de tu pueblo, el que
tú has elegido, un pueblo tan numeroso que no se puede contar ni calcular. Concede
entonces a tu servidor un corazón comprensivo, para juzgar a tu pueblo, para
discernir entre el bien y el mal. De lo contrario, ¿quién sería capaz de juzgar
a un pueblo tan grande como el tuyo?" (I Re 3,6-9).
Jesús les dijo: "¡La paz esté con ustedes! Como el
Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes". Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: "Reciban
el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los
perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan" (Jn 20,21-23).
ORACIÓN DEL SACERDOTE
ANTES DE ESCUCHAR LAS CONFESIONES
Dame, Señor, la sabiduría que me asista cuando me encuentro
en el confesionario, para que sepa juzgar a tu pueblo con justicia y a tus
pobres con juicio. Haz que utilice las llaves del Reino de los cielos para que
no abra a nadie que merece que esté cerrado y no cierre a quien merece que esté
abierto. Haz que mi intención sea pura, mi celo sincero, mi caridad paciente y
mi ministerio fecundo. Que sea dócil pero no débil, que mi seriedad no sea
severa, que no desprecie al pobre ni alague al rico. Haz que sea amable al
confortar a los pecadores, prudente al interrogarlos y experto al instruirlos.
Te pido me concedas la gracia de ser capaz de alejarlos del
mal, diligente en confirmarlos en el bien; que les ayude a ser
mejores con la madurez de mis respuestas y con la rectitud de mis consejos; que ilumine lo que es oscuro,
siendo sagaz en los temas complejos y victorioso en los difíciles; que no me
detenga en los coloquios inútiles ni me deje contagiar por lo que está corrompido;
que, salvando a los demás, no me pierda a mí mismo. Amén.
ORACIÓN DEL SACERDOTE DESPUÉS DE HABER ESCUCHADO CONFESIONES
Señor, Jesucristo, dulce amante y santificador de las almas,
te ruego, con la infusión del Espíritu Santo, que purifiques mi corazón de todo
sentimiento o pensamiento viciado y que suplas, con tu infinita piedad y
misericordia, todo lo que en mi ministerio sea causa de pecado, por mi
ignorancia o negligencia. Confío a tus amabilísimas heridas todas las almas que
has conducido a la penitencia y santificado con tu preciosísima Sangre, para
que tú las custodies todas en el temor a ti y las conserves con tu amor, las
sostengas cada día con mayores virtudes y las conduzcas a la vida eterna.
Tú que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los
siglos de los siglos. Amén. Señor, Jesucristo, Hijo del Dios viviente, recibe
este mi ministerio como ofrenda por aquel amor dignísimo con el que escuchaste
a Santa María Magdalena y a todos los pecadores que a ti han recurrido, y
cualquier cosa haya hecho de forma negligente o con menor dignidad en la celebración
de este Sacramento, súplela y satisfácela dignamente. Confío a tu dulcísimo
Corazón a todos y a cada uno de los que he confesado y te ruego que los
custodies y los preserves de cualquier recaída y que los conduzcas, después de
las miserias de esta vida, a las alegrías eternas. Amén.
RECORDATORIO PARA EL CONFESOR
1- Excomunión latae sententiae reservada a la Sede
Apostólica
a) Profanación de las Especies eucarísticas (can. 1367) b)
Violación directa del sigilo sacramental (can. 1388 § 1) c) Absolución del
cómplice de un pecado contra la castidad (can. 1378 § 1) INVÁLIDA, salvo en
peligro de muerte (can. 977) d) Violencia física al Romano Pontífice (can.
1370) e) Ordenación/Recepción del
Episcopado sin mandato pontificio (can. 1382) f) Atentada Sagrada Ordenación de
una mujer o atentada recepción del Sagrado Orden por parte de la mujer (SST,
art. 5, n. 1).
2- Pecados reservados a la Sede Apostólica de los fieles de
las Iglesias Orientales
a) Violación directa del sigilo sacramental (can. 728 § 1
CCEO) b) Absolución del cómplice de un pecado contra la castidad (can. 728 § 1
CCEO) Referir para el recurso, respetando sigilo sacramental: Penitenzieria
Apostolica – Palazzo della Cancelleria – 00120 CITTÀ DEL VATICANO
3- Excomunión latae sententiae no reservada a la Sede
Apostólica
a) para aborto procurado (can. 1398)
Condición previa necesaria: effectu secutu Quien normalmente puede absolver:
también en el fuero externo: Obispo – Vicario General (pueden delegar) en la
Confesión: el canónigo penitenciario (can. 508 § 1); los capellanes en los hospitales, en las cárceles, en los viajes
marítimos (can. 566 § 2) Todos los demás autorizados en los tiempos y modos
establecidos: cf.
Normas diocesanas.
b) por los delitos de apostasía, herejía y cisma (can. 1364
§ 1)
4- Entredicho y suspensión latae sententiae reservados al Ordinario
por falsa denuncia de sollicitatio ad turpia
(can. 1390 y can. 1387) Negación de la absolución, hasta que se retracte de
ella y esté dispuesto a reparar los daños que quizá se hayan ocasionado (cf.
can. 982)
si es laico o religioso: pena de entredicho l.s. si es clérigo: pena de entredicho l.s. y
pena de suspensión l.s.
PRINCIPALES CONDICIONES PARA INCURRIR EN LAS CENSURAS LATAE
SENTENTIAE (nn. 1-3-4)
Edad: haber cumplido los 18 años
Conciencia, lucidez, libertad
Conocimiento de la sanción penal
En ausencia de una sólo una de estas condiciones no se
incurre en la pena
EL CASO MÁS URGENTE - CAN. 1357 (para poder absolver nn. 1-3-4)
Cuando se verifique el “caso más urgente” cualquier confesor
podrá absolver de la censura latae sententiae de excomunión o de entredicho, es
decir, cuando para el penitente sea muy duro permanecer en estado de pecado
grave por el tiempo necesario para obtener la remisión. N.B. No obstante haber
concedido la remisión el confesor debe imponer al penitente la obligación de
recurrir en el plazo de un mes al Superior competente o a un sacerdote que
tenga esa facultad, bajo pena de reincidencia en la misma censura. Entretanto
deberá imponer una penitencia conveniente y la reparación del daño.
Se aconseja que sea el mismo confesor quien recurra al
Superior. Ponerse de acuerdo con el penitente sobre cuándo y dónde tendrá lugar
el nuevo encuentro para comunicarle la decisión del Superior competente.
OTROS CASOS A LOS CUALES SE DABA PRESTAR UNA
PARTICULAR ATENCIÓN
a) El confesor reo de sollicitatio ad turpia (can. 1387)
b) Situaciones matrimoniales irregulares y difíciles (cf
CCC, nn. 2382 – 2386)
FÓRMULA DE REMISIÓN DE LAS CENSURAS
(excomunión o entredicho)
POR LA POTESTAD QUE LA IGLESIA ME HA CONCEDIDO, YO TE
ABSUELVO DEL VÍNCULO DE LA EXCOMUNIÓN : ……..(O
DEL ENTREDICHO) EN EL NOMBRE DEL PADRE, Y
DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN.
FÓRMULA DE ABSOLUCIÓN DE LOS PECADOS
(eventualmente con la intención de remitir también las
censuras)
DIOS, PADRE MISERICORDIOSO, QUE RECONCILIÓ
CONSIGO AL MUNDO POR LA MUERTE Y LA RESURRECCIÓN DE SU HIJO, Y DERRAMÓ EL
ESPÍRITU SANTO PARA LA REMISIÓN DE LOS
PECADOS, TE CONCEDA, POR EL MINISTERIO DE LA IGLESIA, EL PERDÓN Y LA PAZ. Y YO
TE ABSUELVO DE TUS PECADOS EN EL NOMBRE DEL PADRE, Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU
SANTO. AMÉN.
“Confesaos mutuamente sus pecados y oren los unos por los
otros, para ser curados. La oración perseverante del justo es poderosa” (Stg
5,16).
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